Las autoridades estadounidenses confirmaron la incautación de USD 700 millones en activos, pertenecientes a FTX y su ex CEO, Sam Bankman-Fried (alias SBF). Los agentes alegan que la incautación se debió a que la compra de estos activos se realizó utilizando «dinero robado de sus clientes». Según el expediente de la incautación, la misma se realizó el pasado 5 de enero, aunque ahora buscan su decomiso, tal como se expone en una declaración de detalles presentada el 20 de enero en el caso penal de Bankman-Fried. Al respecto, uno de los abogados del gobierno asegura que los activos no son propiedad del patrimonio de la quiebra o están sujetos a exenciones. Esto significa que «no tienen que congelarse como la mayoría de los activos de FTX, pendientes de liquidación», acotó. Entre los activos incautados se encuentra 56 millones de acciones de la empresa Robinhood, cuyo valor asciende a más de USD 526 millones. Se incluyen también USD 6 millones depositados en cuentas de Silvergate Bank y más de USD 50 millones depositados en Moonstone Bank, entre otros activos. De acuerdo con el registro, los fiscales federales también incautaron fondos depositados en el exchange Binance y su subsidiaria Binance U.S. Sin embargo, no revelaron el monto total de esta parte de la incautación. Ante la acusación de que los activos fueron una compra indebida utilizando «dinero robado de los clientes» el ex CEO publicó comentarios en Twitter. SBF, quien se encuentra en libertad luego de pagar una fianza de USD 250 millones tal como lo reportó CriptoNoticias, niega la apropiación indebida de los activos.